Oficina

Conocer tu espacio será clave para hacer una buena selección y no morir en el intento. Antes de incorporar una nueva planta a tu oficina, primero hay que conocer cómo vive en su entorno natural, en qué condiciones climáticas se desarrolla y compararlas con las condiciones lumínicas y térmicas de tu espacio. Tómate tu tiempo e investiga los diferentes lugares de tu trabajo. Fíjate cómo cae la luz en distintas franjas horarias, nota la temperatura, examina qué zonas de sombra hay, e incluso registra la posición de las ventanas y su orientación. En principio, casi todas las oficinas son de interior, tienen luz indirecta y temperaturas cálidas medias, por lo que aquí encontrarás plantas fáciles de cuidar perfectas para ello.

Puedes repetir tu observación en las distintas épocas del año y tener en cuenta los radiadores y aires acondicionados, ya que podrían alterar el desarrollo saludable de las plantas. Siempre es una buena decisión mantener las plantas alejadas de estos aparatos. Si tu oficina tiene orientación sur o sudoeste en el mejor de los casos, recibirás muchas horas de luz, por lo que te aconsejamos elegir plantas con más necesidades lumínicas. En cambio, si tienes orientación norte y no es muy luminoso, no dudes en hacerte con plantas resistentes y de poca luz. La mayoría de las plantas que toleran escasez de luz viven en hábitats donde las copas de los árboles impiden pasar la luz directa, como es el caso de especies como la Zamioculca Zamiifolia o las Sansevierias.