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Problemas romero

El romero es un todoterreno, pero ni él se libra de tener algún que otro problemilla. Si ves que sus hojas se ponen raras o la planta no tiene buen aspecto, no te alarmes. En esta guía de problemas del romero te vamos a contar qué señales debes vigilar y cómo solucionarlas sin complicarte la vida. Así podrás mantener tu romero fuerte y oliendo a campo, como debe ser.

romero hojas amarillas

Que el romero tenga las hojas amarillas es uno de los problemas más comunes, y suele deberse a exceso de riego o mal drenaje. Las hojas se vuelven amarillas desde la base y la planta empieza a verse apagada. A veces también se asocia a falta de luz o a un sustrato muy compactado.

La solución pasa por revisar el riego y asegurarte de que el agua drene bien. Si el romero está en maceta, cambia el sustrato por uno más suelto y aireado,  haz tu propia mezcla con un 70% de sustrato para cactus y suculentas y un 30% de perlita. Colócalo en una zona con más sol y deja secar completamente la tierra entre riegos. Si el problema persiste, descarta también un ataque de hongos.

Enfermedades del romero hay pocas, pero pueden aparecer en condiciones de mucha humedad. Las más frecuentes son los hongos como el oídio (una capa blanquecina en las hojas) o la pudrición de raíces si se ha regado demasiado.

Para evitar enfermedades, lo mejor es no pasarse con el agua y mantener buena ventilación. Si ya ha aparecido oídio, poda las zonas afectadas y aplica un fungicida ecológico como nuestro purín de ortigas, fungicida, acaricida e insecticida ecológico respetuoso con el medio ambiente. Si hay podredumbre, retira las raíces dañadas y trasplanta a sustrato seco. Siempre, revisa bien el drenaje.

romero hojas negras

Las hojas negras en el romero suele indicar un problema serio de exceso de humedad o frío extremo. Las hojas empiezan a oscurecerse, se ponen blandas y pueden desprenderse fácilmente al tocarlas.

Revisa si el romero ha estado expuesto a heladas o a un ambiente muy húmedo. Si es por frío, trasladarlo a una zona protegida. Si ha sido por riego, deja de regar y mejora el drenaje cuanto antes. En casos avanzados, puede ser necesario podar las partes afectadas y esperar a que rebrote.

romero hojas quemadas

Puede que tu romero presente las hojas quemadas, y es cuando las puntas se vuelven marrones o crujientes. Esto puede pasar por exceso de sol en macetas recién trasplantadas o por usar fertilizante químicos en dosis demasiado altas. 

Coloca la planta en un lugar donde reciba sol poco a poco si venía de interior. Si has abonado hace poco con un fertilizante químico, riega a fondo para arrastrar el exceso de sales del sustrato. También puede ayudar cortar las zonas quemadas para que broten nuevas ramas sanas.

romero problemas

El romero puede tener problemas si no se respetan sus necesidades básicas. Hojas que cambian de color, tallos que se debilitan o mal olor en el sustrato son señales de que algo va mal. Muchas veces es una combinación de poca luz y exceso de agua.

Haz un repaso completo: comprueba la luz, el drenaje, si el sustrato está demasiado húmedo o si hay alguna plaga. Con pequeñas correcciones suele mejorar enseguida. Y si lo acabas de comprar, recuerda que el cambio de ambiente puede estresarlo unos días.

romero hojas marrones

Que el romero tenga las hojas marrones es un síntoma que suele aparecer primero en los bordes de las hojas, secándose progresivamente hacia el interior. Puede deberse a falta de riego o, al contrario, a raíces que no respiran bien por exceso de agua.

Comprueba la tierra: si está muy seca y dura, riega profundamente. Si está húmeda o compactada, puede necesitar un cambio de sustrato. En ambos casos, conviene recortar las zonas marrones para favorecer la regeneración del follaje.

romero hojas secas

Si todas las hojas de tu romero están secas esto indica que ha pasado sed durante demasiado tiempo o que está recibiendo demasiado sol sin adaptación previa. Las hojas crujen al tocarlas y caen fácilmente.

Dale un riego generoso si la tierra está completamente seca, pero evita el encharcamiento. Si está en exterior y lo has movido al sol directo, deja que se aclimate poco a poco. A veces, una poda ligera ayuda a que rebrote con fuerza desde la base.

Como ves, el romero también tiene sus también sus momentos de debilidad, pero nada que no se pueda arreglar con un poco de atención. Detectar a tiempo los síntomas y saber qué necesita en cada momento es la clave para mantenerlo sano y feliz. Con estos consejos, lo tendrás fuerte, aromático y listo para acompañarte muchos años, en tu jardín, balcón, en tus recetas y en tu paisaje particular. Porque sí, cuidar plantas también va de observar, aprender y hacerlo con gusto.

Romero hojas

Deseamos que esta información te sea de utilidad y te ayude a curar tu romero