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La salvia es de esas plantas que llevan siglos acompañando a la humanidad tanto en la cocina como en la botica. Por sus propiedades y beneficios, tiene un aroma inconfundible, un sabor intenso y un historial de uso que arranca en la Antigüedad. Ya sea en infusión, en aceite esencial o en hojas secas, esta planta es todo un clásico del mundo natural con más utilidades de las que imaginas.
Índice
Salvia es el nombre de un género de plantas originarias de la región mediterránea, aunque hoy se cultiva en muchas otras zonas templadas del mundo. Su hábitat natural incluye terrenos secos, soleados y bien drenados, donde crece sin complicaciones. Pertenece a la familia de las lamiáceas, como el romero o el tomillo, y es perenne, lo que la hace muy resistente en el jardín.
Se tiene constancia de su uso desde hace más de 2.000 años. Los romanos ya la consideraban una planta sagrada y en la Edad Media era habitual en los huertos de los monasterios. No es casual que su nombre venga del latín salvare, que significa “curar”. Su fama como planta medicinal viene de lejos y sigue vigente.
Las propiedades de la salvia son muchas, y casi todas están relacionadas con sus aceites esenciales y compuestos fenólicos. Es antibacteriana, antiinflamatoria, antioxidante y digestiva. Todo esto la convierte en una planta bastante completa para apoyar al cuerpo de forma natural. Además, ayuda a regular el sudor y se ha usado mucho en casos de exceso de transpiración.
Otra propiedad importante es su capacidad para aliviar molestias menstruales y los síntomas de la menopausia, gracias a sus efectos reguladores hormonales. Y aunque no sustituye ningún tratamiento médico, sí puede ser un complemento interesante en determinados momentos.
Para qué sirve la salvia es una pregunta fácil de responder si conocemos sus usos tradicionales y actuales. Se toma mucho en infusión para aliviar digestiones pesadas, gases o dolor de estómago. También se usa para calmar la garganta irritada, ya sea en forma de gárgaras o incorporada a jarabes naturales. Y en la piel, puede aplicarse en forma de aceite esencial diluido para limpiar heridas o como tónico.
En el terreno emocional, la salvia también tiene su espacio: se ha usado para calmar nervios y mejorar el ánimo en épocas de mucho cansancio. Su aroma fuerte y terroso se utiliza incluso en rituales de limpieza energética, sobre todo en su versión de salvia blanca.
Usar la salvia con cabeza y conocimiento es lo que marca la diferencia entre tener una planta decorativa y una aliada natural de verdad. Entender sus propiedades y respetar sus usos tradicionales es lo que nos permite sacar lo mejor de ella. Como todo en el mundo vegetal, si lo haces bien, los beneficios llegan solos.
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Especialista en el cuidado orgánico de Plantas y Flores
Bonjour! Soy Quentin y tras vivir en grandes ciudades como Bruselas y Sydney me di cuenta de la falta de información sobre jardinería urbana. Por ello, decidí (re)conectar con la naturaleza y aprender y transmitir mi conocimiento en el cuidado de plantas.
