envío gratis a partir de 49€
ENVÍO EN 24/48H 📦
envío gratis a partir de 49€
ENVÍO EN 24/48H 📦
Luz indirecta
Riego moderado
Cálido entre 15ºC y 24ºC
Cochinilla
El Ficus alii es como ese amigo tranquilo que nunca se altera pero siempre está presente, firme y elegante. Con hojas alargadas y finas, más sobrias que las del benjamina y menos llamativas que las del lyrata, este ficus tiene un aire limpio y relajado que aporta equilibrio visual allá donde lo pongas. No busca ser el centro de atención, pero tampoco pasa desapercibido. Es sutil, armonioso y agradecido.
Originario del sudeste asiático, el Ficus alii (también conocido como Ficus maclellandii) es perfecto para interiores modernos o espacios donde se quiere un toque verde sin complicaciones estéticas. Su porte vertical y su follaje denso pero estilizado lo hacen ideal para quienes buscan una planta con presencia sin que sea invasiva. Además, tiene algo que no todos los ficus pueden decir: se adapta con bastante facilidad y es menos dramático que otras variedades. Aun así, como todo ficus, tiene sus normas.
El Ficus alii necesita buena luz para mantenerse sano, pero no le gusta el sol directo. Lo ideal es colocarlo cerca de una ventana luminosa, con cortina fina o algo de sombra parcial durante las horas más fuertes del día. A diferencia de otras variedades más caprichosas, tolera algo mejor la luz media e incluso se adapta a zonas menos radiantes, aunque su crecimiento será más lento y menos frondoso. Si notas que sus hojas se vuelven opacas o que se cae parte del follaje, probablemente necesita más claridad. Recuerda que los ficus no llevan bien los cambios bruscos, así que evita moverlo constantemente de lugar.
Con el riego, lo mejor es mantener una rutina moderada y observar el sustrato antes de actuar. El Ficus alii no tolera el exceso de agua, pero tampoco quiere estar completamente seco durante mucho tiempo. Lo ideal es dejar que la parte superior del sustrato se seque antes de volver a regar. En verano necesitará más frecuencia, mientras que en invierno, con temperaturas más bajas y menos actividad, bastará con mantener una humedad mínima. Un error común es pensar que porque tiene hojas finas necesita menos agua que otros ficus; la clave no está en la cantidad, sino en la constancia y el buen drenaje.
Durante los meses de primavera y verano, cuando la planta está en su etapa de crecimiento activo, conviene abonarla cada tres o cuatro semanas con un fertilizante líquido equilibrado para plantas de interior. Esto le dará el impulso necesario para mantener su follaje denso y brillante. No es una planta que exija grandes cantidades de nutrientes, pero sí responde bien a los aportes regulares. En los meses más fríos, cuando entra en reposo, puedes suspender la fertilización hasta que vuelva el buen tiempo.
Este ficus agradece un sustrato bien estructurado, que drene rápido pero que conserve algo de humedad sin llegar al encharcamiento. Puedes preparar una mezcla con un 50% de sustrato orgánico universal, un 30% de perlita y un 20% de corteza de pino o fibra de coco. Esta combinación ayuda a que las raíces se mantengan aireadas y activas, evitando compactaciones que suelen generar estrés en la planta. Como ocurre con otras especies de la familia, un sustrato demasiado denso puede provocar caída de hojas, crecimiento débil o aparición de hongos invisibles a simple vista.
El Ficus alii se siente cómodo en ambientes templados, entre los 18 y los 25 grados. Aunque es más resistente que otros ficus, no tolera bien los extremos: el frío intenso puede dañar sus hojas y el calor seco ralentiza su desarrollo. Lo ideal es mantenerlo lejos de corrientes de aire, tanto frías como calientes, y de fuentes directas de calefacción. En cuanto a la humedad ambiental, no necesita niveles tropicales, pero sí agradecerá que no esté en un ambiente demasiado seco. Si las puntas de sus hojas empiezan a secarse, puede ser señal de que necesita un pequeño plus de humedad, que puedes aportar con pulverizaciones suaves o un humidificador.
Sabías que…
El Ficus alii fue introducido como planta de interior a mediados del siglo XX y rápidamente ganó popularidad entre arquitectos y diseñadores por su capacidad para crecer en vertical sin desbordar visualmente el espacio? Hoy sigue siendo una de las opciones favoritas en oficinas, estudios y casas con estética limpia gracias a su equilibrio entre forma y facilidad de cuidado.
