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Luz indirecta brillante
Riego moderado
Cálido entre 18ºC y 24ºC
Cochinilla
Pur Plant » Guía cuidado de plantas » Cómo cuidar las Plantas Ficus » Cuidados Ficus Benjamina
Conocido comúnmente como ficus llorón, el Ficus benjamina es una especie originaria del sudeste asiático y del norte de Australia, donde puede alcanzar el porte de un árbol de gran tamaño. En interiores, sin embargo, se cultiva como planta ornamental apreciada por su follaje y su capacidad para adaptarse a espacios luminosos y protegidos. Pertenece a la familia de las moráceas, al igual que otras especies de ficus, y ha sido una de las plantas más cultivadas en hogares y oficinas durante décadas gracias a su resistencia, su longevidad y su belleza. ¡Y no nos extraña!
Aunque puede parecer exigente en un primer contacto, el ficus benjamina responde con vigor si se le proporciona cierta estabilidad: luz abundante sin excesos, riegos moderados y un entorno sin cambios bruscos. Es sensible al estrés ambiental, por lo que no conviene moverlo constantemente ni someterlo a corrientes de aire, calefacción directa o ubicaciones con escasa iluminación. Cuando se asienta en el lugar adecuado, se convierte en una planta muy agradecida, con un crecimiento constante y hojas siempre brillantes.
A continuación, te compartimos las claves para entender a fondo sus cuidados.
El Ficus benjamina necesita una ubicación luminosa para desarrollarse correctamente, pero siempre protegido del sol directo, especialmente en las horas centrales del día. Aunque es capaz de adaptarse a condiciones algo más sombrías, su crecimiento será más lento y tenderá a perder hojas si no recibe la claridad suficiente. Agradece estar cerca de una ventana con cortina translúcida, donde la luz natural se filtre suavemente. La clave está en evitar los extremos: ni la penumbra prolongada ni la exposición solar directa, que puede provocar quemaduras en sus hojas.
El riego del ficus debe ser moderado y constante, siempre respetando los ritmos del sustrato. Lo ideal es dejar que la capa superficial de la tierra se seque antes de volver a regar. Es muy sensible al exceso de agua, por lo que es fundamental que la maceta tenga buen drenaje y que no se acumule agua en el fondo. En los meses cálidos, sus necesidades hídricas aumentan, pero en invierno conviene reducir la frecuencia, manteniendo siempre la tierra ligeramente húmeda, nunca empapada. Los síntomas de un riego inadecuado suelen manifestarse con la caída repentina de hojas, especialmente si se combina con otros factores de estrés como corrientes de aire o cambios de temperatura. Y esto, es un tema común y recurrente en los ficus benjamina ¡cuidado con eso!
El ficus benjamina es una especie muy agradecida y de crecimiento rápido. En primavera y verano se puede añadir humus de lombriz líquido durante el riego y, si vas a trasplantar tu ficus benjamina, puedes añadir humus de lombriz sólido al sustrato y echar un puñado de biopellet. Un abono orgánico de liberación lenta.
Los ficus benjamina, al ser de origen tropical, crecen en suelos húmedos ricos en materia orgánica. Es por ello que te recomendamos realizar un trasplante en un rico sustrato como puede ser nuestra tierra para plantas de interior lista para usar. Este sustrato está compuesto por diversos materiales que enriquecerán las raíces de tu ficus benjamina.
El ficus benjamina prospera en ambientes templados y estables, con temperaturas que oscilen entre los 18 y los 25 grados. No tolera bien los cambios bruscos ni las corrientes de aire, por lo que es importante ubicarlo en un espacio donde no esté expuesto a entradas de frío o a fuentes de calor artificial directo. Las temperaturas por debajo de los 12 grados pueden afectar seriamente su vitalidad. Si se cultiva en exterior en climas cálidos, debe protegerse durante el invierno, ya que no soporta heladas.
Sabías que…
El Ficus benjamina ha sido utilizado durante siglos como planta simbólica en varias culturas del sudeste asiático? En algunos países se le considera un árbol sagrado, asociado a la sabiduría y la longevidad, y se planta cerca de templos y hogares como señal de protección espiritual.