Haz que brote
Todos tenemos un amor irracional por las plantas dormido en nuestro interior. No se nace amándolas, o quizás sí. Simplemente te han podido resultar indiferentes. Hasta que llegó ella. Siempre hay una planta que te cambia. Despierta esa semilla y haz que germine.
Encuentra la tuya (o la suya) este San Valentín.