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Luz indirecta
Riego moderado
Crecerá feliz con temperaturas de 18º a 25ºC
Araña roja
Pur Plant » Guía cuidado de plantas » Cómo cuidar las Plantas Alocasia » Cuidados Alocasia Zebrina
Si hay una planta que parece recién salida de una pasarela tropical, esa es la Alocasia zebrina. Sus tallos con estampado de cebra la hacen absolutamente inconfundible y, aunque no es la más sencilla de cuidar, con un poco de atención se convierte en la joya de cualquier rincón verde. Su aire exótico no solo aporta un toque salvaje a tu colección, también te va a enganchar con su crecimiento y sus hojas puntiagudas tipo flecha. ¡Cuando crece es una fantasía!
Para empezar, hay que entender que la Alocasia zebrina es de interior pero con alma de selva. Le gusta vivir como si estuviera en un invernadero tropical: con buena luz, temperatura templada y humedad alta. Es una planta que te avisa rápido si algo no va bien, así que si la observas con frecuencia, sabrás lo que necesita. Agradece los cuidados constantes, pero también odia los excesos: ni exceso de riego, ni demasiado sol directo, ni mucho frío. Es cuestión de encontrar ese punto justo que la haga feliz.
luz
A esta belleza le encanta la luz, pero nunca el sol directo. Piensa en la luz brillante filtrada, como la que se cuela entre las ramas de un bosque. Si la pones cerca de una ventana, mejor que tenga cortina. Demasiado sol puede quemar sus hojas, pero si no tiene suficiente, lo notará en el color y la forma de las nuevas hojas y tallos. Dale luz indirecta brillante.
Aquí es donde muchas Alocasias sufren. La zebrina necesita un sustrato que se mantenga ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. Lo ideal es dejar secar los primeros centímetros del sustrato entre riegos. Riega a fondo, deja escurrir el exceso, y asegúrate de que tu maceta tenga buen drenaje. En invierno, baja la frecuencia porque entra en reposo y no necesita tanta agua. Y si ves hojas amarillas… probablemente te estás pasando.
Riega con mimo y con método. Puedes tocar el sustrato antes de hacerlo: si sigue húmedo, espera. Es mejor regar menos veces pero de forma profunda, que mojar un poco cada dos días. Lo agradecerá mucho más. Usa agua sin cal si puedes (la lluvia o filtrada es lo ideal), porque a veces las sales minerales pueden dañar sus raíces y hojas. Te recomendamos como método de riego regar por inmersión.
abono
Si quieres que tu alocasia zebrina crezca sana necesita comida. Puedes optar por añadir fertilizante orgánico líquido durante el riego cada 15 días y/o complementarlo con aminoácidos con el Vitamin una vez al mes aproximadamente. ¡Las plantas también necesitan alimento!
Le gusta el sustrato suelto, aireado y con buen drenaje. Una mezcla para plantas tropicales con un poco de perlita o fibra de coco le irá de maravilla. Lo importante es que no se apelmace ni retenga demasiada agua. Si quieres conocer con más detalle, no te pierdas nuestra guía de sustratos.
humedad & temperatura
La Alocasia zebrina no tolera bien los cambios bruscos de temperatura ni las corrientes. Le gusta estar calentita, en torno a los 18-25 °C, y con humedad ambiental alta. Si tu casa es seca, un humidificador o una bandeja con piedras y agua puede marcar la diferencia.
La forma más habitual de multiplicar esta belleza es por división, durante un trasplante. A veces, en la base, verás que salen hijuelos o rizomas nuevos. Puedes separarlos con mucho cuidado si ya tienen raíz propia. No se reproduce por esqueje, así que lo de cortar una hoja para ver si echa raíces no funcionará. Tómatelo con calma: es una planta que va a su ritmo, pero cuando se siente cómoda, te regala nuevos brotes que son una maravilla.
Con estos cuidados de interior, la Alocasia zebrina puede convertirse en una planta espectacular que eleva cualquier espacio. Tiene su carácter, sí, pero si la entiendes y la respetas, te lo devuelve con creces.
Deseamos que disfrutes de la experiencia de cuidar tu alocasia zebrina, una de las joyas más originales.
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