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Luz indirecta brillante
Riego escaso
Resisten climas entre 5 y 35ºC
Cochinilla algodonosa
Las Crassulas son plantas suculentas muy apreciadas por su fácil mantenimiento y atractiva apariencia. Sin embargo, para que prosperen adecuadamente, es importante seguir algunas recomendaciones específicas.
Las Crassulas requieren pocos cuidados, pero ciertos factores son clave para su desarrollo. Necesitan un ambiente bien iluminado, riegos moderados y un sustrato adecuado que garantice un buen drenaje.
Estas plantas requieren una buena cantidad de luz para crecer de manera saludable. Lo ideal es ubicarlas en un lugar donde reciban luz solar indirecta o varias horas de sol directo al día. Si se mantienen en interiores, es recomendable colocarlas cerca de una ventana con buena iluminación natural.
El riego es uno de los aspectos más importantes en el cuidado de las Crassulas. Debe realizarse cuando el sustrato esté completamente seco, lo que generalmente ocurre cada 7 a 14 días en verano y con menor frecuencia en invierno. Es fundamental evitar el exceso de agua, ya que esto puede provocar pudrición en las raíces.
Las Crassulas requieren un sustrato ligero y bien drenado para evitar la acumulación de humedad. Se recomienda una mezcla específica para suculentas y cactus o una combinación de tierra para macetas con arena gruesa o perlita para mejorar el drenaje. Este sustrato listo para usar es perfecto.
Las macetas ideales para las Crassulas deben contar con orificios de drenaje para evitar el encharcamiento del sustrato. Las de barro o terracota son excelentes opciones, ya que permiten una mejor evaporación del agua y evitan el exceso de humedad en las raíces.
Algunas especies de Crassula pueden ser tóxicas para mascotas si son ingeridas, provocando malestar gastrointestinal en perros y gatos. Si tienes mascotas en casa, es recomendable mantener estas plantas fuera de su alcance para evitar posibles intoxicaciones.
