También conocida como planta de cera, debe su nombre a sus características hojas cerosas y arrugadas. Originaria del sudeste asiático, esta increíble planta colgante es perfecta para interior ya que exige entornos con mucha luz difusa. Durante la primavera crea unas inflorescencias en forma de racimos con múltiples flores pequeñas que cuelgan desprendiendo una fragancia dulce. También es habitual ver que forman unas gotas de néctar pegajoso.