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Los crisantemos son plantas bastante resistentes, pero como cualquier planta, pueden enfrentar algunos problemas comunes relacionados con su cuidado, con el ambiente o con plagas. Afortunadamente, muchos de estos problemas tienen soluciones relativamente simples. Aquí te explico algunos de los problemas más comunes que pueden tener los crisantemos y cómo solucionarlos.
Las hojas amarillas en tu crisantemo pueden ser causadas por diversas razones. El exceso de riego, la falta de nutrientes o de luz, una plaga, temperaturas extremas, o la acumulación de sales en el sustrato, pueden provocar esta coloración que nos indica que tu crisantemo necesita de tu ayuda.
Identificar la causa específica del amarillamiento de las hojas es clave para encontrar la solución adecuada. No riegues en exceso y asegúrate de que el sustrato drene bien, usa nuestro food rico en nitrógeno, coloca el crisantemo en un lugar soleado, si detectas alguna plaga, trata tu planta con jabón potásico, evita temperaturas extremas y corrientes de aire, y usa agua a temperatura ambiente y, recuperada de lluvia, destilada, o del grifo reposada 24 horas previamente.
Si tu crisantemo está pasando por su ciclo natural, no te preocupes demasiado si las hojas caen después de la floración. Pero si la caída de hojas de tu crisantemo ocurre fuera de esa temporada, puede ser un síntoma de varios problemas.
El exceso de riego es una de las principales razones por las que las hojas de un crisantemo se caen, pero también la falta de agua o de luz; el estrés por trasplante o cambio de ubicación; la falta de nutrientes; las plagas, enfermedades u hongos; pueden ser la causa de esta caída de las hojas. Identifícala y actúa de manera apropiada, tu crisantemo recuperará su salud en pocos días o semanas, dependiendo de la gravedad del daño y de las condiciones de cuidado posterior.
Las hojas marrones en los crisantemos pueden ser causadas por varias razones, que incluyen factores relacionados con el riego, las plagas, las enfermedades o las condiciones ambientales.
Aunque una de las causas más comunes de las hojas marrones en los crisantemos es el exceso de riego, también un mal drenaje, la falta de agua, la exposición a temperaturas extremas o al sol directo, plagas y enfermedades, deficiencia de nutrientes o el uso de agua con alto contenido en sales o cloro en su riego, puede provocarlo.
Así que identifica la causa exacta, aplica la solución más adecuada, y restaura la salud de tu crisantemo.
Los crisantemos son plantas bastante resistentes, pero aún pueden verse afectados por varias enfermedades si no se les proporciona el cuidado adecuado. Las enfermedades fúngicas son las más comunes, pero también pueden sufrir de infecciones bacterianas o virales.
El exceso de agua, especialmente cuando el sustrato no drena bien, es uno de los mayores factores para el desarrollo de enfermedades fúngicas. Asegúrate de que la planta reciba suficiente aire para evitar ambientes húmedos que favorezcan las enfermedades. Riega la planta por inmersión, evitando mojar las hojas. Además, riega por la mañana durante el invierno y por la tarde durante el verano. Revisa tu crisantemo en busca de signos de enfermedad, y poda las partes que veas afectadas. Aplicar fungicida orgánico, como el purín de ortigas, hasta eliminar la afectación, será la forma de combatir un enfermedad por hongos.
En general, cualquier factor que afecte el equilibrio hídrico de tu crisantemo, su capacidad para realizar la fotosíntesis, o su salud general, puede llevar a que la tensión de las hojas se desmorone y se vean marchitas.
La falta de agua será uno de los principales motivos por los que las hojas de tu planta han perdido rigidez y firmeza, tensión clave para la salud de tu crisantemo.
Otros factores que pueden provocar esta marchitez pueden ser: la asfixia radicular o podredumbre de las raíces por un exceso de agua; o la deficiencia de nutrientes; o haber sufrido temperaturas extremas; también lo daños por plagas, enfermedades bacterianas o fúngicas; la falta de luz; o el estrés por trasplante o cambio de ubicación. Identificar la causa será fundamental para aplicar la solución adecuada y recuperar la salud de tu crisantemo.
La deshidratación puede ser la causa principal de que tu crisantemo presente las hojas secas, pero pueden ser otros los factores que provoquen este signo de mala salud de tu planta.
Si tu crisantemo recibe demasiada agua, las raíces pueden pudrirse, lo que afecta su capacidad para absorber nutrientes y agua, provocando que las hojas se marchiten y finalmente se sequen. También la exposición directa al sol o a temperaturas extremas puede provocarlo. Si tu crisantemo no recibe suficientes nutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo o potasio, sus hojas pueden volverse secas y quebradizas. Las plagas, las enfermedades, una ventilación inadecuada, una humedad insuficiente, o un trasplante o cambio de ubicación, podrían provocar que las hojas de tu crisantemo se sequen.
Para asegurar el bienestar y crecimiento de tus plantas, es esencial proporcionarles lo que necesitan. Consulta nuestra guía de cuidados de los crisantemos para garantizar la salud de tu planta, ya que la prevención en siempre más fácil que la solución de problemas.
Esperamos haberte ayudado a identificar qué le ocurre a tu crisantemo para recuperar pronto su salud.
