El aloe vera es de esas plantas que siempre se cuelan en casa porque, además de decorativa, guarda dentro de sus hojas una auténtica farmacia natural. Pero claro, para que crezca sana y siga produciendo esas pencas llenas de gel, necesita ciertos cuidados extra, y uno de los más importantes es el trasplante. Saber cómo y cuándo trasplantar aloe vera marca la diferencia entre un ejemplar que se queda estancado y uno que desarrolla raíces fuertes, brota con energía y hasta regala hijuelos. Por eso conviene entender qué necesita, en qué momento hacerlo y qué pasos seguir para que la planta no lo viva como un trauma sino como una oportunidad de seguir creciendo.
Índice
Trasplantar aloe vera
El aloe vera, o Aloe barbadensis miller, es una suculenta que en la naturaleza crece en climas áridos, con mucha luz y poca humedad ambiental. De ahí que al cultivarla en casa tengamos que pensar en recrear esas condiciones lo mejor posible. Cuando una maceta se le queda pequeña o el sustrato empieza a compactarse demasiado, es momento de cambiarla de sitio. No hacerlo puede frenar su desarrollo y afectar a sus hojas carnosas, que son precisamente donde acumula agua y nutrientes.
Aunque se puede tener dentro de casa, el aloe se desarrolla con más facilidad en exterior, siempre que el clima sea templado y seco. La necesidad de trasplantar un aloe vera aparece sobre todo en ambientes donde la maceta limita su crecimiento. En el suelo directo, si la temperatura no baja demasiado, puede extenderse y producir hijuelos que luego también se pueden aprovechar.
Cómo trasplantar aloe vera
Lo primero es preparar lo básico: guantes (porque las hojas son algo puntiagudas), una maceta con agujeros de drenaje o un rincón de tierra en el jardín, y un sustrato muy aireado con arena, perlita o grava que evite encharques. También conviene tener a mano tijeras limpias por si hay que retirar raíces dañadas o hijuelos sobrantes. Justo después del cambio de maceta, puedes regar ligeramente para asentar la tierra, pero sin pasarte para que las raíces no se pudran en ese momento tan delicado.
El trasplante siempre genera estrés en la planta, por eso algunos cultivadores recomiendan aplicar productos a base de aminoácidos que ayudan a la recuperación. Usar un sustrato mineral y ligero es esencial, y conviene no fertilizar hasta que veamos señales claras de adaptación. En cuanto a la maceta, mejor que sea de barro para favorecer la evaporación del exceso de agua. Así, cómo trasplantar aloe vera no es complicado si se prepara bien cada paso y se respeta la naturaleza de esta suculenta.
Cuándo trasplantar aloe vera
La mejor época para hacerlo es la primavera, cuando las temperaturas suben y el aloe empieza a despertar de su letargo invernal. En esta fase el sistema radicular está activo y puede regenerarse más rápido tras el movimiento, lo que facilita la adaptación al nuevo sustrato. Si el trasplante se hace en pleno invierno o en periodos de frío intenso, la planta sufrirá más y tardará mucho en recuperarse.
Además de la primavera, también es posible realizarlo a principios de verano, siempre que no se den olas de calor que puedan estresar en exceso a la planta. En todo caso, cuándo trasplantar aloe vera depende también de señales claras: raíces que asoman por los agujeros de la maceta, tierra demasiado compacta o aparición de varios hijuelos que piden espacio propio. Escoger el momento correcto es tan importante como el procedimiento en sí.
Trasplantar un aloe vera no tiene misterio: con el momento justo, el sustrato adecuado y un poco de paciencia, la planta seguirá creciendo y dándote hojas llenas de vida. No es casualidad que los ejipcios la conocieran como “la planta de la inmortalidad”: su capacidad de regenerarse y acompañar a tantas generaciones la convierte en un símbolo de fuerza que sigue vivo en nuestros hogares.
También te puede interesar
Cómo y cuándo trasplantar orquídeas
Hacer un trasplante de monsteras
Hacer un trasplante de rosales
Cómo y cuándo trasplantar pothos
Cómo y cuándo trasplantar sansevierias

Especialista en el cuidado orgánico de Plantas y Flores
Bonjour! Soy Quentin y tras vivir en grandes ciudades como Bruselas y Sydney me di cuenta de la falta de información sobre jardinería urbana. Por ello, decidí (re)conectar con la naturaleza y aprender y transmitir mi conocimiento en el cuidado de plantas.