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La mosca blanca es una de las plagas más comunes en las plantas. Pertenece a la familia de los aleuródidos y, al igual que la mayoría de los insectos chupadores, suelen establecerse en el envés de las hojas. Pero, ¿conoces cómo rescatar a tu planta de esta plaga? A continuación os detallamos qué insecticida usar para la mosca blanca.
Índice
Antes de pasar a ver la receta de un insecticida casero para mosca blanca, debemos asegurarnos que sufrimos dicha plaga. Una forma sencilla de averiguarlo es separar nuestra planta del resto y agitar sus hojas. Si las moscas revolotean, entonces estamos seguros de que se trata de dicha plaga.
Para combatirla con un insecticida hecho en casa, primero de todo deberemos tapar la planta con una bolsa para que no puedan salir volando hacia otras plantas.
Después, apunta esta receta:
1 cabeza de ajo pelada
4 tazas de agua separadas
1 cucharada de jabón líquido
Paso 1. Haz puré con el ajo y un poco de agua destilada. Coloca todos los dientes de ajo pelados en una licuadora y añade 1 taza de agua. Mezcla o bate durante 1 o 2 minutos hasta que el ajo forme una pasta uniforme.
El ajo tiene compuestos de azufre, un elemento natural repelente de insectos.
Paso 2. Añade el resto del agua (tres tazas) y procesa la mezcla durante 1 o 2 minutos más. De esta forma, el ajo se volverá líquido y los compuestos de azufre se incorporarán al agua.
Paso 3. Suma jabón a la mezcla de ajo y agua en un frasco de vidrio. Vierte la mezcla de agua y ajo en un gran frasco de conserva y añade jabón. Remueve e intenta que no se forme espuma. Tapa el frasco.
Un consejo: recomendamos usar jabón líquido de manos, jabón de Castilla o detergente de lavavajillas líquido.
Paso 4. Deja reposar la mezcla durante una noche. De esta manera, el ajo tendrá suficiente tiempo para infundir el agua con los compuestos de azufre repelentes.
Paso 5. Pasa la mezcla a un pulverizador. Vierte la mezcla de ajo y jabón en un pulverizador y aplícalo sobre la planta a primera hora de la mañana preferiblemente. Al tratarse de mosca blanca, aconsejamos cubrir la planta con una bolsa y pulverizar por la boca de la bolsa, sin dejar mucho espacio libre por el que puedan escapar.
Si este método casero falla y las poblaciones de mosca blanca corren peligro de descontrolarse, probablemente tengamos que recurrir a algún producto ecológico de protección que nos ayude a combatirlas eficazmente, como este jabón potásico.
La mosca blanca chupa y se alimenta de la savia de las plantas, en especial del tomate, pues es una de las plagas más comunes en esta hortaliza. El principal problema provocado tiene su origen en la melaza que segrega la mosca blanca para sobornar a las hormigas y este es el caldo de cultivo perfecto para que proliferen posibles hongos y bacterias, llegando a matar nuestras tomateras.
Para prevenir su aparición es aconsejable respetar un riego adecuado, realizar un frecuente abonado orgánico de liberación lenta y pulverizar cada 20 días aproximadamente con purín de ortigas o cola de caballo.
Pero si todo esto no es suficiente, siempre podemos usar uno de los productos más efectivos contra la mosca blanca, el jabón potásico. Este insecticida ecológico tiene la propiedad de reblandecer el exoesqueleto de los insectos, debilitando así al insecto hasta su muerte. Es totalmente inocuo y natural, por lo que no habrá problema de usarlo en los tomates que posteriormente vayamos a comer.
En definitiva, la mosca blanca en pequeñas dosis “no es mala”. Existe en la naturaleza en equilibrio y sirve de alimento para crisopas y otros insectos depredadores beneficiosos.
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Especialista en el cuidado orgánico de Plantas y Flores
Bonjour! Soy Quentin y tras vivir en grandes ciudades como Bruselas y Sydney me di cuenta de la falta de información sobre jardinería urbana. Por ello, decidí (re)conectar con la naturaleza y aprender más sobre la Permacultura y el cuidado de plantas.
2 comentarios
Hola!
En la actualidad y desde hace casi 50 años el control de plagas en diferentes cultivos se realiza con un amplio espectro de insecticidas convencionales, principalmente organoclorados, organofosforados, carbamatos y piretroides. El manejo irracional de estos productos ha provocado graves daños al ambiente, además de la generación de resistencia a un número muy grande de moléculas y que sigue en aumento. La evidencia de estos problemas ha llevado a protestas públicas que tratan de conducir a la reducción del uso de estos productos, y de utilizar métodos alternativos e innovadores para el control de plagas. A raíz de esta problemática, surge el control biorracional y su uso masivo para el control de plagas es el reto del siglo XXI. En Estados Unidos se ha revolucionado el concepto de manejo integrado de plagas (MIP) hacia un concepto de “reducción de riesgo”, este se fundamenta en la ciencia, es decir, la toma de decisiones en el control de plagas depende de conocer la biología de la plaga, del manejo de información ambiental, y de la tecnología disponible con el fin de evitar niveles inaceptables de daño de la plaga, utilizando siempre el método más económico pero con el menor riesgo posible para las personas, animales y ambiente.