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Exterior semi sombra o interior luz indirecta
Riego moderado
Prefieren temperaturas frescas y húmedas
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El ciclamen es una planta muy apreciada por su floración en meses fríos, pero también es conocida por presentar ciertos problemas si no se respetan sus necesidades básicas. Para evitar hojas mustias, amarilleos o pudriciones, es esencial comprender cómo funciona la planta: el ciclamen es un tubérculo que necesita frescor, riegos controlados y un ambiente estable.
Para mantener un ciclamen sano y vigoroso, conviene seguir una rutina de cuidados adaptada a su ciclo natural. Durante la época de floración (otoño-invierno), requiere más atención en cuanto a riego y ventilación, mientras que en primavera-verano entra en reposo y disminuye su actividad.
Los problemas más comunes suelen aparecer por exceso de agua, temperaturas altas o luz directa intensa. Un manejo adecuado evita la caída de flores, el marchitamiento temprano y las plagas asociadas a la humedad.
El ciclamen en maceta es especialmente sensible al encharcamiento. Lo ideal es utilizar macetas con agujeros de drenaje y evitar que el plato inferior acumule agua. La maceta no debe ser demasiado grande; un tamaño ajustado al tubérculo ayuda a mantener un equilibrio entre humedad y oxigenación de las raíces.
Retirar las flores y hojas marchitas de raíz (no cortarlas) previene hongos y ayuda a que la planta concentre energía en nuevas flores.
El riego es uno de los puntos más críticos. El ciclamen prefiere riegos por capilaridad: colocar la maceta sobre un plato con agua durante 15–20 minutos y retirar el exceso. Nunca mojar el centro del tubérculo, ya que esto favorece la pudrición.
Regar solo cuando la capa superior del sustrato esté ligeramente seca. Un riego excesivo se manifiesta en amarilleo de hojas, moho y caída prematura de flores.
luz ideal para un ciclamen
El ciclamen necesita luz brillante pero siempre indirecta. Un ambiente excesivamente soleado quema las hojas y reduce la floración, mientras que la falta de luz genera tallos débiles y hojas que se inclinan en busca de claridad.
En interiores, lo ideal son ubicaciones cerca de una ventana orientada al este o al norte. En exteriores, debe situarse en sombra luminosa, semi sombra.
sustrato para ciclamen
El sustrato ideal para cyclamen debe ser suelto, aireado y con drenaje excelente. Recomendamos un sustrato que incluya turba ligera, fibra de coco y perlita. Un sustrato compacto retiene demasiada agua y favorece los hongos, uno de los principales problemas del ciclamen en maceta.
Añadir un poco de arena fina o perlita extra mejora la oxigenación y reduce el riesgo de pudriciones. ¿No sabes cuál elegir? Con nuestro sustrato orgánico para plantas de exterior ¡aciertas!
El ciclamen prospera en temperaturas frescas, entre 10 y 18 ºC. El calor excesivo provoca caída de flores y hojas lacias. Por este motivo, colocar el ciclamen cerca de radiadores, aparatos de calefacción o zonas muy cálidas es uno de los errores más comunes.
Respecto a la humedad, prefiere ambientes frescos y ligeramente húmedos, pero sin pulverizar directamente. La humedad directa sobre las hojas favorece hongos y manchas.
La reproducción del ciclamen puede realizarse por semillas o división del tubérculo.
La siembra de semillas requiere paciencia, ya que la germinación puede tardar varias semanas y la planta no alcanzará la floración hasta el año siguiente.
La división del tubérculo es menos común y debe hacerse únicamente cuando el tubérculo presenta divisiones naturales y la planta está en reposo total. Es una técnica delicada, con riesgo de pudrición si no se cicatrizan bien los cortes.
