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Pur Plant » Guía cuidado de plantas » Cómo cuidar plantas carnívoras
Luz indirecta brillante
Riego Abundante y humedad constante
Crecerá feliz en climas tropicales de 12 ºC a 30ºC
Botrytis cinérea
Las plantas carnívoras son por naturaleza muy resistentes ya que, por lo general, son originarias de zonas templadas y con suelos pobres. La gran mayoría es perenne y se adapta a un amplio tipo de hábitats, pero algunos cuidados son fundamentales para mantenerlas siempre en un estado óptimo.
Las plantas carnívoras utilizan estructuras especializadas como hojas modificadas en trampas, glándulas pegajosas o estructuras en forma de jarro para atraer y capturar presas. Esas serían las 3 clasificaciones de planta carnívora. Algunas especies conocidas son la Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula), que cierra rápidamente sus hojas al ser tocadas, y la Nepenthes, que produce estructuras en forma de jarro llenas de líquido para atraer insectos y otros pequeños animales.
Como son plantas de exterior por excelencia, las plantas carnívoras necesitan de abundante luminosidad, algunas prefieren luz directa y otras semisombra, pero en ambos casos, debes proporcionarles mucha luz.
Para un desarrollo normal de especies como son las Dionaeas, Sarracenias, Pinguicula, Heliamphora, Cephalotus y Darlingtonia sería ideal que les proporcionases un mínimo de 3-4 horas de sol directo al día, pero en verano sería mejor el sol de la mañana o de la tarde, nunca el del mediodía ya que podría quemarlas. Las Droseras pueden crecer muy bien en zonas de sol filtrado, semisombra o interior, siempre y cuando reciban mucha iluminación.
Por otro lado, las Nepenthes son muy sensibles al sol directo, por lo cual te las recomendamos para interiores. Sin embargo, igualmente en interior deben recibir luz abundante.
Una parte muy importante de sus cuidados, y que determinará la salud y buen crecimiento de tus plantas carnívoras, es el riego, que debes hacerlo con agua desmineralizada. Puedes usar agua de lluvia, pero también puedes aprovechar el agua que obtienes del aire acondicionado, deshumidificadores, aparatos de ósmosis, desionizadores, u otros aparatos que quiten la cal. Por regla general no deberías usar agua del grifo ni tampoco agua mineral (aguas duras en general).
Debes mantener el sustrato siempre húmedo, principalmente durante el verano. Eso lo puedes conseguir fácilmente haciendo el riego de capilaridad con el método de la bandeja o inmersión.
Durante el verano puedes dejar la bandeja llena de agua todos los días y dar 1 día de descanso, y en invierno, habría que hacerlo al revés, un día de riego por inmersión y el resto de la semana de descanso. Este método es válido para Droseras, Dionaea y Sarracenias.
Las Nepenthes son un caso especial, ya que NO se deben regar por este método ya que sus raíces son muy sensibles a la pudrición. El riego de las Nepenthes es por arriba del sustrato, y también es conveniente que pulverices sus hojas a diario, ya que así ayudaras en la formación de las trampas.
Si vives en una zona de clima seco, lo más interesante para que tu plantita crezca feliz sería rociarle agua diariamente con un pulverizador.
Para alimentarse las plantas carnívoras atrapan insectos y, algunas, también pequeños anfibios, reptiles y mamíferos, ya que son originarias de lugares pantanosos con suelos pobres en nutrientes.
Diaonea: Cuando tus plantas carnívoras cazan alguna mosquita, mosca, hormiga, araña, etcétera, tras la captura, la boca queda cerrada durante un tiempo, por ejemplo en el caso de las Venus atrapamoscas (Dionaea) cierran la boca hasta 1 o 2 semanas. En este caso de la Venus atrapamoscas, con 2 insectos al mes puede ser suficiente. Cuando vuelven a abrir la boca conviene retirar los residuos de insectos que hayan podido quedar.
Si quieres proporcionarles tú la cena, busca insectos del tamaño adecuado, pues si son muy grandes las hojas de las bocas pueden morir por el sobreesfuerzo.
Como después de 2 o 3 comidas las bocas de estas plantas suelen morir para dar paso a otras nuevas, conviene que las cortes en cuanto veas que se secan, desde su base, y así evitarás que haya hongos.
Nepenthes: Considerada como una auténtica carnívora, la nepenthes puede digerir pequeños vertebrados (pequeños vertebrados) en sus “jarras”, hojas modificadas para poder alimentarse. Una vez atraídos por el néctar que segrega la “tapa de la jarra”, que impide que la lluvia entre y diluya los jugos gástricos, y apoyados en el borde de la trampa, caen hacia el interior. El borde de la jarra, el peristoma, es liso y resbaladizo, un apoyo “mortal” para cualquier insecto que se atreva a acercarse. El interior de la jarra contiene un líquido viscoso que atrapa y deshace a sus víctimas, los jugos gástricos.
¡No fertilices tus plantas carnívoras! Es mejor evitar el uso de fertilizantes tradicionales en el sustrato, ya que las plantas carnívoras pueden ser muy sensibles a los minerales y químicos que contienen.
Si decides usar fertilizante, porque no hay insectos donde la tienes en casa, algunos cultivadores utilizan fertilizantes muy diluidos y los aplican de manera foliar (sobre las hojas) en lugar de ponerlos en el sustrato. Un fertilizante balanceado (como 1/4 de la dosis recomendada) puede usarse una vez al mes durante la temporada de crecimiento. ¡Siempre fertilizante orgánicos!
Las plantas carnívoras son plantas de exterior lo que significa que son resistentes a distintos rangos de temperaturas y condiciones ambientales. En general pueden aguantar entre los 35-40ºC en verano y hasta los -5ºC en invierno. De hecho, especies como la Dionaea muscipula entra en hibernación a partir de los 5ºC en invierno y vuelven a brotar en primavera. Es más, conviene mantenerlas a esas temperaturas unos meses, si no en primavera, cuando les tocaría brotar, no lo harían o apenas podrían lograrlo. Otras especies como la Drosera no hiberna, pero reduce su actividad por debajo de los 5ºC. La Sarracenia aguanta bien aproximadamente hasta los 35ºC, y por debajo de 10ºC entran en hibernación.
Y cómo no, las especiales Nepenthes son una excepción. Al ser un género nativo de zonas muy calurosas (Borneo, Sumatra, Nueva Guinea, India y Australia) estas plantas son muy sensibles a heladas y ninguna de sus variedades (Highland, Lowland o intermediate) soportan heladas continuas o temperaturas por debajo de los 2-3ºC sin protección. Así que… esta pequeña, ¡dentro de casa!
Las carnívoras no suelen tener problemas con plagas, pero su punto débil son los hongos. La gran mayoría es susceptible al hongo Botrytis cinerea que causa podredumbres. La mejor forma que tienes de evitar este hongo es tener un sustrato con material drenante (arlita, perlita, musgo sphagnum, carbón activo…) y mantenerlas siempre en una ubicación idónea, ventilada y con mucha luz.
Tus plantas carnívoras se sentirán bien en una maceta de plástico con buenos agujeros de drenaje al fondo. Eso, junto con un sustrato ligero, pobre en nutrientes (mucha materia inorgánica como la arlita, perlita, musgo sphagnum, piedra volvánica…), y con buen drenaje, crecerá feliz. Turba, perlita y sphagnum harán una receta ideal como sustrato. En cualquier caso, si te animas con un experimento, prueba a cultivar tu dionaea en un bol de cristal así:
Si ves salir raíces por los agujeros de drenaje o tiene ya tantas ramas con hojas que no tiene espacio para crecer más, deberás hacer un trasplante para que siga creciendo. Busca una maceta un poco mayor y cámbiala de lugar.
Las plantas carnívoras se pueden reproducir de varias maneras, incluyendo semillas, esquejes de hojas, división de plantas y, en algunos casos, a través de métodos más especializados y modernos como la propagación in vitro.
La Venus atrapamoscas (Dionea muscipula) y las Droseras producen flores que, al ser polinizadas, generan semillas. Las Droseras y las Pinguiculas, se pueden reproducir a partir de esquejes de hojas. Las Sarracenias y las Nepenthes, pueden reproducirse por división de rizomas o de la planta madre.
Los cultivadores profesionales utilizan la propagación in vitro, o cultivo de tejidos, un método avanzado en el que se extrae una pequeña cantidad de tejido vegetal y se cultiva en un medio de cultivo estéril.
Es recomendable podar las plantas carnívoras Dionaea muscipula (Venus atrapamoscas) para mantenerlas saludables y estimular su crecimiento. La poda ayuda a eliminar las trampas muertas o en descomposición, lo que puede prevenir la propagación de hongos y otras enfermedades.
Para las nepenthes la poda ayuda a mantener la planta saludable, fomentar un crecimiento vigoroso y mantener una apariencia ordenada. Elimina las jarras muertas, los tallos largos y las hojas secas o dañadas.
Podar en época de crecimiento de la planta es menos conveniente que durante el invierno u otoño.
Las plantas carnívoras pueden adaptarse al cultivo en agua, aunque no es su medio natural y requiere algunos cuidados especiales. Algunas especies, como las Utricularia (plantas con vejigas), están mejor adaptadas para crecer en ambientes acuáticos o semiacuáticos. Sin embargo, muchas otras plantas carnívoras, como las Dionaea muscipula (Venus atrapamoscas) o las Sarracenia, prefieren un sustrato pobre en nutrientes y bien drenado.
La mayoría prosperará mejor en condiciones que imitan más de cerca su entorno natural, es decir, fuera del agua.
Deseamos que disfrutes de la experiencia de cuidar tus carnívoras, una de las más deseadas.