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Luz indirecta brillante

Riego moderado - abundante, suelo húmedo

Crecerá feliz con temperaturas cálidas +18ºC


Araña Roja
Pur Plant » Guía cuidado de plantas » Cómo cuidar las plantas Monsteras » Cuidados Monstera Minima
La base para entender cuáles son los cuidados de la monstera mínima está en imitar su ambiente natural, que combina temperatura, humedad y un sustrato suelto donde las raíces puedan respirar. Si le das luz brillante indirecta y un tutor donde trepar, verás cómo las hojas se vuelven más grandes y con los característicos cortes que tanto llaman la atención.






La multiplicación es sencilla si se hace con esquejes de tallo que incluyan al menos un nudo. Se pueden enraizar en agua, donde resulta fácil controlar el proceso, o directamente en sustrato aireado para que las raíces salgan más fuertes. Con calor y humedad constante, la reproducción de la monstera mínima suele ser muy exitosa en pocas semanas.
Para resumir, la base de cómo cuidar la monstera mínima está en darle tres cosas: luz brillante sin sol directo, humedad ambiental media-alta y un soporte para trepar. Si además le ofreces un sustrato rico en materia orgánica y aireado, tendrás una planta sana y con hojas que no paran de crecer.
Aunque se venda como monstera mínima, su nombre científico real es Rhaphidophora tetrasperma. No es una Monstera auténtica, aunque comparta familia con ella y con géneros como Philodendron o Epipremnum. La confusión viene de sus hojas con cortes, muy parecidas a las de la deliciosa pero más pequeñas, lo que le ha valido el apodo de “mínima”.
En viveros es habitual que se mezclen nombres porque todas estas plantas son “primas” de la misma familia Araceae y tienen un aspecto similar. Saber esto ayuda a entender que sus cuidados no son exactamente los mismos que los de una deliciosa: la Rhaphidophora tetrasperma crece más rápido y compacto, pide un tutor antes, agradece una humedad más estable y necesita podas más frecuentes, aunque en lo básico comparte luz, riego y sustrato con las demás aráceas.
El desarrollo sano depende mucho de la luz que reciba. La luz para la monstera mínima debe ser brillante e indirecta, idealmente entre 10.000 y 20.000 lux. Lo más recomendable es colocarla junto a una ventana orientada al este u oeste, donde recibe buena claridad sin sol directo, o a cierta distancia de una ventana al sur con cortina fina. Si notas que los tallos se alargan demasiado y las hojas salen pequeñas, probablemente le falte luz y conviene apoyarse con luces de crecimiento LED de espectro completo, que imitan la luz natural y mantienen la planta fuerte todo el año.
Un aire demasiado seco puede afectar a las hojas, haciendo que los bordes se tornen marrones. Lo más recomendable es mantener un nivel estable con humidificador, bandeja con agua y piedras o agrupando plantas. Así, la humedad ambiental de la monstera mínima se mantiene en torno al 60–70 %, que es lo que más se le parece a su origen tropical.
Podar no solo ayuda a controlar el tamaño, sino también a obtener esquejes para multiplicarla. Basta con cortar por encima de un nudo, lo que estimula un nuevo brote y mantiene la planta compacta. La poda de la monstera mínima se recomienda en primavera o verano, cuando la planta tiene energía suficiente para rebrotar rápido.
Como ocurre con muchas plantas de interior, la sequedad del aire favorece la aparición de araña roja y trips. Revisar con frecuencia el envés de las hojas es la mejor prevención. En caso de infestación, aplicar jabón potásico ayuda a controlar las plagas comunes en una monstera mínima sin dañar la planta.
La combinación ideal es mantener la temperatura entre 18 y 28 °C y evitar descensos por debajo de 15 °C. Un calor excesivo también puede dañarla, por lo que hay que equilibrarla con buena ventilación. Al fin y al cabo, la humedad ambiental y temperatura de la monstera mínima son dos factores clave que determinan su crecimiento.
Cada uno o dos años conviene darle espacio extra en una maceta más grande. Coloca una capa de drenaje con arlita en el fondo y rellena con sustrato fresco y aireado. Tras el cambio, riega bien y mantenla unos días sin sol directo para reducir el estrés. Así, cómo trasplantar la monstera mínima deja de ser complicado y se convierte en un paso más de sus cuidados rutinarios.
Las raíces agradecen una mezcla suelta que imite la materia orgánica del suelo selvático. Una receta sencilla es mezclar sustrato universal con perlita, fibra de coco y corteza de pino, o nuestra receta de sustrato orgánico para plantas de interior. De esta manera, el sustrato para la monstera mínima mantiene el equilibrio entre retención de humedad y aireación que la planta necesita.
La monstera minima es una planta de origen tropical, por tanto, necesita suelos ricos en materia orgánica. Si quieres verla crecer feliz a tu lado durante mucho tiempo, toma nota. Abona su sustrato una vez al año añadiendo humus de lombriz sólido a la tierra. Dos veces al año, una tras el verano y otra tras el invierno, dale un buen riego con aminoácidos libres: Vitamin. Por último, fertiliza de manera orgánica y regular durante el riego con nuestro fertilizante líquido FOOD una vez al mes.








Deseamos que disfrutes de la experiencia de cuidar tu monstera minima, una trepadora muy original.
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