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Las alocasias, a pesar de su espectacular belleza y singularidad, son plantas de interior que requieren especial atención. Para poder disfrutar de su compañía, a continuación contaremos con detalle algunos de los problemas más comunes en alocasias.
Cuando nos encontramos hojas amarillas en nuestra alocasia, suelen ser síntomas de que algo no marcha como debería. Es posible que la planta tenga exceso de riego, falta de este o problemas con la iluminación o el sustrato. En cambio, si crees que no es ninguno de los anteriores síntomas, te recomendamos tratarla con un buen tratamiento ecológico en el caso de que detectes plaga. Un tip muy útil es mirar con atención el envés de las hojas, suele ser el lugar perfecto de estos habitantes no deseados.
La baja humedad y un sustrato seco suelen causar arrugas en las hojas y bordes amarillos. Para mejorar la humedad ambiental a un 60%/70%, puedes optar por poner cerca una bandeja de guijarros, pulverizar regularmente o, en el mejor de los casos, utilizar un humidificador.
Las alocasias prefieren suelos húmedos pero son muy sensibles a los excesos de riego. Las hojas amarillas pueden ser una señal de podredumbre en la raíz, posiblemente causada por la abundante agua.
Una alocasia debilitada o estresada es más susceptible a sufrir plagas y hongos. Si detectamos alguna plaga o posibilidad de aparición de hongos por exceso de riego, deberemos ponerle remedio lo más temprano posible. Recuerda antes de regar, revisa el sustrato. Siempre es mucho más fácil de recuperar una alocasia de falta de riego que de exceso.
Las alocasias crecen mejor cuando reciben abundante luz indirecta, aunque también toleran la luz media. En cambio, si las alocasias se exponen a la luz solar directa, sus hojas se tornan amarillas y esto puede causar quemaduras graves.
También cabe destacar que no siempre tener hojas amarillas es un mal síntoma. Es un proceso natural el que la misma planta arroje sus hojas viejas amarillentas para envíar toda su energía al nuevo crecimiento.
Generalmente las alocasias tienen las hojas decaídas cuando necesitan agua pero ¡no te alarmes! Es algo muy normal y fácil de solucionar.
Si ves que su sustrato está totalmente seco, te recomendamos regar por inmersión.
Si al final se le han caído todas las hojas y crees que la estabas cuidando bien ¡no hay que asustarse! Saca el sustrato del bulbo, limpialo bien de la tierra y sécalo. Para ello guarda el bulbo en una bolsa de papel en un lugar sin luz y protegido de cambios bruscos de temperatura y replanta tu bulbo en primavera ¡Te sorprenderá!
Piensa en su hábitat natural; una selva tropical rodeada de plantas de hojas grandes y con mucha humedad. Las hojas dobladas en alocasias suelen ser síntomas de falta de humedad ambiental. Para mejorarla es aconsejable rociar con agua sus hojas, tallo y capa superior del sustrato.
Las hojas con las puntas marrones suelen producirse también por una humedad baja y, como hemos comentado anteriormente, podemos subirla colocando bandejas llenas de agua cerca o usando humidificador.
Si sospechas de que también tu alocasia pueda tener falta de alimento, te aconsejamos abonar su sustrato cada 15 días con algún fertilizante orgánico.
Deseamos que esta información te sea de utilidad y te ayude a mimar tus alocasias salvándose de cualquier problema.
