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Los estudios demuestran que dedicar tiempo al cuidado de los jardines aporta varios beneficios tangibles, desde la mejora del estado de ánimo hasta los beneficios físicos que aporta a quienes se sumergen en la conexión con la tierra y las plantas. Esta actividad milenaria no solo embellece nuestros espacios, sino que también nutre nuestro cuerpo y mente, proporcionando un equilibrio esencial para un estilo de vida saludable.
Estamos tan de acuerdo con estas premisas, y deseamos no solo disfrutar de la belleza de la naturaleza en nuestros hogares, sino también aprender a diseñar nuestros propios jardines en miniatura con composiciones personalizadas.
Por esta razón, nos complace ofrecerte una guía detallada sobre cómo crear tu propio jardín en un bol, paso a paso.
Índice
Un jardín en bol es, sencillamente, un jardín o espacio verde contenido dentro de un bol. Una fantástica idea para viviendas en entornos urbanos donde el espacio es limitado. Los jardines en bol consisten en la disposición de plantas, hierbas aromáticas, suculentas u otros elementos vegetales colocados de manera creativa en un recipiente pequeño y cerrado, como es este caso, en un bol.
Este tipo de jardín puede ser una solución práctica y estética para aquellos que desean incorporar la naturaleza en espacios reducidos, como balcones, terrazas o interiores. Además, los jardines en bol pueden ofrecer flexibilidad en términos de diseño y mantenimiento, permitiendo a las personas disfrutar de un toque verde incluso en entornos urbanos compactos.
Lo primero será elegir el tamaño ideal de bol para que quede bonito en el rincón de casa que hayas elegido para ello. Deberás tener en cuenta las dimensiones del bol que elijas, tanto el diámetro como la altura. Y esto dependerá de la cantidad y altura de las variedades que quieras utilizar para crear tu jardín en bol.
– Un bol de cristal que albergará todo tu pequeño jardín.
– Una base de piedra volcánica o arlita en el fondo del bol que hará de aislante para que no se pudran las raíces.
– Carbón activo para proporcionar buen drenaje y que se desarrollen bien las raíces de las plantas.
– Sustrato donde crecerán las raíces.
– El musgo le dará el toque verde que tanto te gusta.
– Las plantas que más te gusten y considera que compartan requisitos de temperatura y humedad. Aquí puedes echar un vistazo a todas las plantas para terrario que tenemos disponibles ¡Elige las tuyas!
PASO 1
Limpia bien tu bol de vidrio. Utiliza papel de cocina o paño algo húmedo con algún líquido desinfectante, y sécalo bien.
Coloca la piedra volcánica o arlita por toda la base del bol. La piedra hará de aislante entre el sustrato y el cristal, y evitará que las raíces se pudran.
Si quieres conocer con detalle más sobre este material, no te pierdas el post qué es y para que sirve la arlita.
PASO 2
Espolvorea un poco de carbón activo sobre la piedra volcánica, que además de permitir un buen drenaje, proporcionará un buen desarrollo de las raíces.
Coloca ahora el sustrato. Cubre con ello casi toda la parte inferior del bol, hasta casi llegar al borde del cristal. Aquí es donde van a desarrollarse las raíces y donde vamos a plantar nuestras variedades elegidas. Cuanto más sustrato, más espacio para desarrollarse.
PASO 3
Es el momento de plantar las variedades que más nos gusten. Ten en cuenta que todas ellas requieran las mismas condiciones ambientales de luz, temperatura y humedad.
Saca las plantas de sus macetas, limpia un poco la tierra de entre sus raíces, y plántalas de la manera habitual, haciendo un agujerito para meter sus raíces entre el sustrato.
PASO 4
¡Es el momento de regar tu jardín en el bol! Puedes hacerlo pulverizando el agua para evitar que el sustrato se apelmace y para permitir que el agua se distribuya de manera eficiente en todo el sustrato.
PASO 5
Coloca ahora el musgo sobre el sustrato regado, evitando la parte de los tallos de las plantas que hemos colocado. Al musgo deberemos cortar un poco las raíces, ayudando así a que regeneren nuevas y más fuertes.
Remueve el sustrato antes de colocar el musgo. Ahora apriétalo un poco sobre el sustrato, introduce el musgo por los laterales del bol, y pulveriza un poco de agua sobre él. Crecerá igual que el resto de plantas que hayas colocado en tu jardín en bol.
Sólo nos queda colocar la parte superior de cristal y, ¡listo! Ya tienes tu increíble jardín en bol, particular y personalizado.
Es necesario realizar revisiones periódicas para asegurarse de que todo funcione correctamente y realizar los ajustes necesarios, como la poda de ramas y la pulverización cuando se perciba que el ambiente está demasiado seco. Además, es esencial llevar a cabo tareas de limpieza para prevenir la acumulación de bacterias y hongos en tu jardín en bol creado.
Con estas simples tareas, tu jardín en bol cerrado estará siempre radiante y cuidado.
Creemos firmemente que esta práctica no solo embellecerá nuestro entorno, sino que también contribuirá a vivir de manera más saludable y feliz. Al sumergirnos en la creación de espacios verdes únicos, no solo cultivamos plantas, sino también un bienestar que perdura en nuestra vida diaria. La conexión con la naturaleza a través de la jardinería en miniatura se convierte así en una fuente inagotable de salud y alegría para todos nosotros.
¡Te invitamos a experimentar! La jardinería es un arte, así que siéntete libre de probar diferentes combinaciones de plantas y estilos.
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Especialista en el cuidado orgánico de Plantas y Flores
Bonjour! Soy Quentin y tras vivir en grandes ciudades como Bruselas y Sydney me di cuenta de la falta de información sobre jardinería urbana. Por ello, decidí (re)conectar con la naturaleza y aprender más sobre la Permacultura y el cuidado de plantas.
Un comentario
Mantener un jardín en bol no requiere de mucho esfuerzo, pero sí debes tener en cuenta algunos cuidados básicos para que tus plantas se mantengan saludables y tu jardín en bol luzca siempre hermoso.